El final de un sueño
siempre termina en tormenta,
que acecha, en la mente
de aquel olvidado poeta.
Se estremecen ramas
del pequeño árbol del tiempo,
caen sus pocas hojas
con el soplido del viento.
No hay vuelta atrás,
solo queda su recuerdo,
su espíritu asciende
y se marchita su cuerpo.
.
La muerte se acerca,
se oye un callar repentino,
después, se oye el filo
cortar con esmero y sigilo.
Los hilos de vida
se esfuman en un suspiro,
y es solo un recuerdo
que se pierde en el camino.
Caen lagrimas negras
de un corazón sin vida,
que caen en un papiro
llenándolo con su tinta.
Ángel de alas negras,
por luz oscura tu halo
dos manos le arrastran
sin dar ahogado su llanto.
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